Això ho dic en relació al ciberactivisme.
Ara han començat a sorgir veus que en són contràries des de l'activisme social. Per què?
D'una part -l'article que tot seguit us reproduiré- pel fet que tota la nostra informació queda penjada en el núvol i la poden fer servir ves a saber per a què i a més sovint per anular-la o recuperar-la t'acaben fent pagar tot i que sigui teva. De l'altra perquè algunes plataformes de les més populars -en especial Change.org- no resulten gaire fiables. Circula un video per la xarxa que mostra com una persona vota repetidament en una mateixa "causa" i el web no reacciona. Això a més que en no signar realment ni deixar el teu DNI les votacions només tenen vàlua en el sentit d'exercir pressió però mai podrien validar-se per exemple per exercir una iniciativa legislativa popular.
Caldrà doncs reflexionar en els aspectes a favor i en contra i estar a l'aguait en tot moment.
Cinco excelentes razones para salir de la Nube
El Sol no se pone nunca en Google Street View
Marta Peirano
- Berlin
La gente todavía no se ha dado cuenta de lo grande que es esta oportunidad -decía Eric Schmidt en 2004. - Empieza con la premisa de que los servicios y la arquitectura de datos debería estar en servidores. Nosotros lo llamamos Cloud Computing.
La arquitectura de datos no debería estar en servidores ni llamarse Computación en la Nube, pero es natural que al presidente ejecutivo de Google le guste más así. Esto es porque cuando dice “la gente” no se refiere a nosotros sino su propia empresa y a Facebook, Apple, Twitter, Amazon, Microsoft, eBay y Paypal. Y la “gran oportunidad” de la que habla es convertir nuestro espacio público en su espacio privado con la natural intención de lucrarse el máximo posible, pero nosotros tenemos buenas razones para no participar. Para empezar, estas cinco:
La arquitectura de datos no debería estar en servidores ni llamarse Computación en la Nube, pero es natural que al presidente ejecutivo de Google le guste más así. Esto es porque cuando dice “la gente” no se refiere a nosotros sino su propia empresa y a Facebook, Apple, Twitter, Amazon, Microsoft, eBay y Paypal. Y la “gran oportunidad” de la que habla es convertir nuestro espacio público en su espacio privado con la natural intención de lucrarse el máximo posible, pero nosotros tenemos buenas razones para no participar. Para empezar, estas cinco:
1. Te roban lo que es tuyo.
Hace unos días tuve que pagar a Flickr para recuperar fotos que yo
misma subí hace cinco años. Aunque sólo me hicieron falta unas horas,
tuve que abonar tres meses (6.95$) porque es el mínimo que acepta la
plataforma por dejarte acceder a los contenidos de mi propia cuenta.
Pero lo que dicen cuando abres esa cuenta es que su objetivo en el mundo
es “ayudar a la gente a mostrar sus fotos a las personas importantes de
su vida”. También te dejan firmar con tu cuenta de Google o Facebook. Y
al final, te recuerdan: “Flickr loves you!”.
Este es
el primer gran problema con la Nube, que todo lo que sube a la Nube no
vuelve a bajar. Desde el software que subimos a la Mac App Store a la
crítica de cine que publicamos en Blogger, cada palabra tuiteada, cada
foto compartida, cada coma de cada correo correo que mandamos Gmail,
cada canción que hemos subido a Myspace. Una vez en su servidor, todos
esos datos dejan de ser nuestros para convertirse en suyos y no los
piensan devolver. Cuando borramos una foto de nuestra cuenta en Facebook
o limpiamos una barbaridad que se nos escapó en Twitter, los datos
desaparecen de nuestra vista pero no se borran jamás. Son nuestro
historial indeleble y es la moneda de cambio de la Red Social.
2. Su verdadero negocio es tu vida. No son nuestras fotos, nuestras canciones, nuestras cartas de amor ni el video de nuestra boda, aunque se lo queden todo. Es la visión granular y estratosférica de todos y cada uno de nuestros movimientos o, para usar el eufemismo favorito del negocio, nuestra Inteligencia Colectiva. Es tan valiosa que, dicen sus expertos, ayuda a "descubrir nuevos mercados, prevenir enfermedades, conectar procesos políticos, combatir el crimen y manejar el tráfico”. En otras palabras, vender nuevos productos y controlar a la población. Si algun día me detienen por manifestarme delante del Congreso, toda esa información es el oro con el que me van a enterrar. Y Facebook es todo lo que Stasi siempre quiso ser y no pudo: todos los colegas, familiares y amigos vigilándote las 24 horas del día y apuntandolo todo con etiquetas. Sin malas caras ni canciones protesta ni filtraciones a la prensa capitalista. Gratis.
El verdadero negocio de la Nube es vender nuestros datos a empresas que
quieren saber qué vendernos la próxima primavera y a gobiernos que
quieren anticipar nuestra reacción cuando suban el IRPF, bajen las
pensiones y vendan las infraestructuras públicas a sus deudores. Y a la
CIA, el FBI y la Interpol y a mucha otra gente que no conocemos. Pero no
lo llaman espiar (¿te dice el diablo que es el diablo?), lo llaman Big data.
3. Es totalitaria. Nos
somete a gobiernos que no hemos elegido democráticamente. La mano de
Obama alcanza incluso a aquellas empresas cuyos servidores están
repartidos por Kuala Lumpur, San Sebastián o Hong Kong, que es donde
estaban los de Megaupload antes de que se los llevara el FBI. ¿Cómo
distinguimos una empresa norteamericana de otra que no lo es? Porque
acaba en .com, .org .net. ¿Cómo sabemos dónde están sus servidores? No
lo sabremos pero da igual.
A cambio de ver cualquiera
de los 86 capítulos de los Soprano a cualquier hora del día desde
nuestro portátil, móvil o tableta, quedamos a merced de la Patriot Act,
la NSL (National Security Letter), SOPA y (pronto en sus pantallas)
CISPA, todas leyes que garantizan a las empresas, proveedores de
servicios y miembros de la administración norteamericana un acceso
continuo, ilimitado e impune a todo lo que importa en nuestras vidas,
sin debernos ninguna explicación.
4. Su estrategia es centralizar la Red. La arquitectura de la información no es tecnología sino política: si no me creen estudien atentamente este mapa.
Tim Berners-Lee imaginó una Red parecida al P2P donde cada célula es a
la vez cliente y servidor y se comunica con libertad y autonomía con
cualquier otra célula, una sencilla solución tecnológica para evitar la
censura, la explotación, el abuso de poder y el monopolio. La Nube
propone exáctamente lo contrario, una estructura feudal donde todas las
comunicaciones pasan por un operador que todo lo ve y todo lo sabe (si
la Nube fuera una ciudad, se parecería a Moscú).
En
una estructura P2P, el cliente/servidor tiene que poner su parte de los
recursos (memoria, procesador y ancho de banda) pero a cambio puede leer
sin ser visto, hablar sin ser escuchado y comprar sin ser espameado por
terceros. La Nube pretende privatizar las infraestructuras públicas;
cuando hayan acabado, empezará a cobrar por todo lo que antes era gratis. ¿Vamos a renunciar a todos nuestros derechos a cambio de llenar reproductores cada vez más pequeños?
5. Es una vieja historia. Con la centralización renunciamos al futuro de Internet, porque el negocio que plantea Schmidt no es nuevo sino viejo y se llama tele por cable. Con nuestra colaboración, la Nube pronto se convertirá en un frente borrascoso de tecnologías y servicios que peleará contra otras plataformas unidas para ganarse la atención de los usuarios y establecer los estándares de mercado. Antes o después dejaremos de comprar banda ancha para comprar acceso a una galaxia de contenidos u otra. Unos pagarán por las noticias y/o las series mientras que otros tendrán sólo el fútbol y la Red Social de los que aman el fútbol. Y los que no puedan pagar tendrán un canal donde sólo se pueden hacer dos cosas: ver anuncios y comprar.
5. Es una vieja historia. Con la centralización renunciamos al futuro de Internet, porque el negocio que plantea Schmidt no es nuevo sino viejo y se llama tele por cable. Con nuestra colaboración, la Nube pronto se convertirá en un frente borrascoso de tecnologías y servicios que peleará contra otras plataformas unidas para ganarse la atención de los usuarios y establecer los estándares de mercado. Antes o después dejaremos de comprar banda ancha para comprar acceso a una galaxia de contenidos u otra. Unos pagarán por las noticias y/o las series mientras que otros tendrán sólo el fútbol y la Red Social de los que aman el fútbol. Y los que no puedan pagar tendrán un canal donde sólo se pueden hacer dos cosas: ver anuncios y comprar.
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